Esquí de montaña en el Pirineo Oriental: Ripollès, Cerdanya y Capcir

El Pirineo Oriental es un territorio privilegiado para los amantes del esquí de travesía. Desde las majestuosas cimas del Ripollès hasta los amplios valles de la Cerdanya y los lugares salvajes del Capcir (Pirineos franceses), esta región ofrece paisajes impresionantes, rutas adaptadas a todos los niveles y excelentes accesos por carretera.

El Ripollès es la cuna de cimas emblemáticas y valles espectaculares, ideales para salidas de un día, pero también para travesías más largas. El Puigmal (2.910 m), la cima más alta de la comarca, es un clásico, con unas panorámicas increíbles. El Bastiments (2.881 m), en la zona de Ulldeter, con pendientes suaves que hacen de esta cima una opción perfecta para esquiadores principiantes e intermedios. El Gra de Fajol (2.714 m) con un ascenso corto, pero intenso y un paisaje espectacular.

La Cerdanya es un destino ideal para el esquí de travesía gracias a su gran variedad de rutas, cimas accesibles y espectaculares panorámicas. La Tossa Plana de Lles (2.916 m), una de las cimas más altas de la zona, con salida desde el refugio de Cap de Rec es ideal para iniciación y perfeccionamiento. El Puigpedrós (2.914 m), en el valle de Meranges, combina zonas boscosas con crestas abiertas. La Carabassa (2.738 m) desde la estación de esquí de fondo de Aransa, ofrece un itinerario tranquilo y solitario con grandes vistas al Cadí.

El Capcir, situado en los Pirineos franceses, es una zona menos conocida pero con gran atractivo para los esquiadores de travesía. Con cimas técnicas y zonas salvajes, es un lugar perfecto para aquellos que buscan tranquilidad y aventura. El Pic de Cambra d’Ase (2.750 m) ofrece pendientes técnicas y vistas espectaculares. El Puig de la Cometa (2.742 m) es ideal para esquiadores experimentados, con rutas que combinan bosques y zonas abiertas. En los lagos de Camporrells se pueden realizar rutas más asequibles que combinan paisajes lacustres con nieve de gran calidad.